La Culpa y el Juicio
Dos
caras de la misma moneda.
Es probable que el Juicio anteceda a la culpa. El juicio me
enfrenta a poner del lado de los malos o
los buenos y por lo tanto me pone del lado bueno o malo de las cosas y la culpa
sobreviene, especialmente en los momentos en que, haga lo que haga, quedo incomoda.
El juicio y la culpa generalmente tienen que ver con no
poder reconocer mi propia mirada y estar siempre considerando la mirada desde
afuera (que es también adentro) para ver si lo que hice es aprobado o
desaprobado.
El juicio y la culpa nos invalidan y nos protegen a la
vez. De qué nos protegen? Generalmente,
de la acción.
Cuando juzgo, pongo afuera lo perfecto y lo imperfecto. No
me miro, me protejo del juicio sobre mí
mismo. Me pongo en un lugar de superioridad cuando creo que el afuera no es lo
que debería y en un lugar de inferioridad, por no llegar a los niveles que
creemos, no tenemos, cuando veo “lo bueno” afuera.
El juicio es comparación, comparar es establecer semejanzas
y diferencias; es diferenciar, es ser diferente de los otros, de mí en el
pasado, de la imagen de mí misma. Es verme separado.
La culpa es un sentimiento que surge del juicio; comparo lo que es con lo que “debería
ser” o lo que “quisiera” que fuera.
Es, la mayor parte del tiempo, una buena excusa para
victimizarnos y paralizarnos.
Podemos aprender a observar sin juzgar y responsabilizarnos
sin culparnos. Es como una forma de perdonar y ser perdonados.
Nos vuelve protagonistas de la vida, capaces de cometer
errores sin autoflagelarnos, permitir errores sin castigar , comprender,
enmendar, aprender y ser cada día más
pleno y más consciente de mi unidad y de las posibilidades de desarrollarme
para mi beneficio y por lo tanto para todos.
Si durante tanto tiempo hemos “castigado “ lo malo y
“premiado” lo bueno en todos los ámbitos de la vida y esto fuera útil, no
deberíamos estar mejor?
Les dejo esta anécdota
http://omaluna.es/canta-mi-cancion-sawabona-shikoba-ubuntu/
Comentarios
Publicar un comentario
Antes de hacer un comentario, comparto contigo los cinco acuerdos del Dr. Miguel Ruiz: Sé impecable con las palabras; no tomes nada en forma personal; no adivines ni supongas; haz siempre lo mejor que puedas; sé escéptico.
Muchas gracias